Como ya sabéis Iñaki Gil fue el primer contagiado por COVID-19 en Madroñera. Su cuarentena empezó el 1 de marzo y la está empalmando con la actual (pobrecito). Hay que decir que los síntomas que ha tenido han sido distintos a los que normalmente presenta el virus. No ha tenido tos seca, sino tos con mocos, y los mocos bien verdes. No ha tenido fiebre. Todo lo contrario. Su temperatura entre los 34 y 35 ºC (toda la cuarentena arrecio). Y nada de cansancio ni debilidad, es más, dice que ha estado haciendo halterofilia con el sofá.
Los primeros días de su encierro voluntario fueron especialmente duros, sin poder ir al campo ni comerse su bocadillo de patatera bajo su árbol favorito. No obstante el confinamiento también ha tenido cosas buenas para él. Ya se entiende mejor su smartphone (el iPhone 11 Pro Max de 256 GB en oro) y ha aprendido a hacer videollamadas y "pinchar" en los enlaces que envían vía whatsapp.
También ha descubierto su faceta de malabarista, superando así todos los retos de instagram a los que ha sido nominado. Se le ha podido ver dando toques a un rollo de papel higiénico con una técnica que ni Leo Messi. Pero la mejor de todas fue el reto del cepillo, que logró superar eso sí, no sin antes sufrir un amago de hernia discal en la C5-C6 y una luxación en su hombro derecho (como Emilio Moza).
El pasado domingo 15 de marzo, recibió el alta oficial por parte de las autoridades sanitarias, convirtiendose así en la primera alta en Madroñera tras superar el Covid-19. Otro título para el curriculum vitae. A día de hoy se encuentra haciendo vida normal, dentro del estado de alarma en el que nos encontramos. Ya ha preguntado a las autoridades competentes si las vacas se pueden sacar a pasear.
